Que viajar está muy bien, pero ir de cañas y tostas es algo que en Madrid se hace mejor que en ningún sitio. Claro que siempre se puede aprovechar y recordar viajes a Nueva Zelanda, Islandia, República Dominicana...
Poca gente, poco trabajo, y hasta poco tráfico - con lo cual te llevan hasta a casa. Ójala fuese así todas las semanas y no solo esta... En fin, a disfrutarlo mientras dure!
Ya la tengo lista! Presiento que este año voy a ir andando... pero la ilusión no me la quita nadie. Y tener una camisetita de recuerdo más, tampoco. Marea naranja!
Con un poco de retraso, pero desde casa de mi familia política y con mucho cariño me llega una chaquetita calentita para casa, un jersey, un curso de cocina y un viajecito a La Rioja para el año que viene... gracias señor de rojo! No me tenga en cuenta lo que publiqué en Facebook el otro día :P
Un clásico navideño: despertar el día de Navidad en casa de mis papis y comer chocolate con roscón de Reyes. Primer corte de cuchillo: la sorpresa. Mira que mi padre me ha enseñado a detectar donde la esconden... pero no aprendo!
Ir al teatro a echar unas risas, tomarse algo, y desconectar durante un par de horas en la mejor compañía. Que mejor forma de empezar las fiestas navideñas.
Como cuando estábamos en el colegio... y ahora, la clase de iniciación de los miércoles os va a cantar un villancico! Qué majos son mis compañeros y mi profe, y qué ilusión me hace prepararme el papel para Junio.
Mucha gente está decepcionada con los resultados electorales, pero yo creo que aquí es donde comienza la esperanza, el fin del bipartidismo y la posibilidad de un futuro mejor. Eso sí, queda mucho por hacer. Pero todo gran camino empieza con un paso.
Que contenta me pone siempre ver feliz a mi padre y tener detalles con él, aunque proteste y nos diga que dejemos de tirar el dinero. Felicidades papi :)
La tradicional cena de Satequianos y ex-Satequianos este año ha sido comida. Y qué comida! Todo genial, una gran alegría ver las caras de siempre - qué bien envejecemos! - y echarnos unas risas y unas copas. Feliz Navidad y hasta el año que viene :)
Me he pensado mucho pasarme, pero al final un poco de picoteo y bebida gratis, unas charlas amistosas con compañeros y un mentalista en un sitio chulo es una oferta que no se puede rechazar. Además, no me quejaba antes de no tener cenas de empresa?
Luchando con el jet-lag, qué mejor forma que volver a la cruda realidad que con unas patatitas bravas, unos calamares, unos pimientos de padrón... porque no sólo de arroz con maiz y pasta con atún vive el hombre!
Y si hay una mala experiencia del viaje fue esta: estar en la calle dispuesta a comerme un rico wrap de un puesto de comida griega... y de repente empezar a recibir pedradas del cielo! Pasé miedo, pero desde la distancia, queda como una anécdota que contar, y para recordar que tras la tempestad siempre llega la calma.
Las focas nos tienen miedo; los leones marinos no. Las focas no tienen orejas; los leones marinos, sí. Aparte de esto, poco más sé sobre como distinguirlos... pero sí puedo afirmar que ver a las primeras dando de mamar a sus crías, o a los segundos saliendo del mar mientras damos un paseo por la playa es una experiencia única y feliz.
Y seguimos con la lista de cosas de la naturaleza que nos encantan... y eso sin llegar todavía a los animales! Los glaciares, el hielo, el frío, y la vida siempre abriéndose camino.
Tampoco hay viaje que se precie sin un paseo en ferry, con el coche a cuestas, disfrutando del mar y del aire en la cara... y del color azul en cielo y agua.
Siempre, pero especialmente en esta ocasión, en la que vamos en caravana, gran parte de los viajes que hacemos los pasamos en la carretera. Ahí vemos gran parte de los paisajes y caminos que más nos gustan de cada viaje, y yo soy una copiloto ejemplar :) En este viaje, además de casitas preciosas y miles de ovejas, me quedo con los buzones de colores, la muestra de cómo se puede vivir en plena naturaleza sin perder el contacto con el mundo exterior.
Porque sólo cuando subes puedes ver cosas como esta. Mención especial a mis palos de escalada, no lo hubiese logrado sin vosotros, chicos! Y porque el orgullo siempre venza al cansancio :)
Hoy cambiamos los colores del cielo por los de la tierra, en zonas volcánicas donde todo parece extrañamente mágico, donde se mezclan el miedo y la admiración por un planeta de que sabemos tan poco. Que viva el olor a azufre :)
Los colores del cielo siempre me maravillan, pero si uno está a la orilla del mar, viendo colonias de alcatraces anidando y con un montón de días en las antípodas por descubrir... qué más puede pedir?
Mola viajar en invierno al hemisferio sur, donde puedes vivir la Navidad desde otro punto de vista, en manga corta, comiendo en la calle y a la orilla del mar :)
Me ha encantado viajar en caravana! Una casa pequeñita a cuestas, donde comer pasta y arroz a diario, dormir en la playa, parar cuando quieres, y tener tus poquitas cosas recogiditas porque a la mínima salen volando, jajajaja. Lo mejor del viaje! A ver si podemos repetir!
El viaje más largo que he hecho - y que haré, que me voy a las Antípodas! Comida de avión, películas atrasadas, y un montón de tiempo - no me quejo siempre de que no hay tiempo?
Los nervios, buscar compulsivamente los billetes y el pasaporte, los nervios del control de seguridad, la incertidumbre de si volverás a ver tus maletas, el trenecito hacia la terminal satélite, últimos mensajes a la familia y a los compañeros de trabajo... nos vamos!
Siempre es emocionante comenzar un viaje, preparar las cosas, ver como puedes meter todo lo necesario en 1 - bueno, 2 - maletas y dejar el resto de tus cosas atrás... La verdad es que preparar viajes saca lo mejor y lo peor de mi - me encanta planificar pero a medida que se acerca la fecha me pongo más y más nerviosa - pero el resultado final no puede ser mejor. Vacaciones!
Me encanta mi fisio. Está al lado de casa, y es un tío con el que da gusto hablar. Nos pasamos la hora - él trabajando, yo con la espalda molida - charlando de viajes y de sueños, de trabajo, de nuestra familia... como si nos conociéramos de toda la vida. A mi, que me cuesta un montón conectar con la gente, me deja encantada, en cuerpo y en mente. Siempre salgo de allí con una sonrisa.
Nunca he sido presumida, más bien lo contrario - vamos, una dejada de la imagen de cuidado! - pero aún así me gusta de vez en cuanto un corte de pelo, un tinte bonito, y sentirme un poco más guapa para empezar la semana y el invierno.
Vale, igual no era tan sorpresa porque yo estaba avisada, y vale, no era para mi sino para Carlos... pero había de sobra para los dos! Gracias cuñada por un desayuno tan rico para empezar de manera especial una mañana de sábado.
Tras una prórroga del buen tiempo, ya llega el frío a Madrid - si no, qué gracia tendría irnos de vacaciones al otro hemisferio! Pero el frío también tiene sus cosas buenas y su encanto, como sacar las zapatillas de casa calentitas y las mantas del sofá.
Hoy ya se ha hecho oficial que a partir del año que viene me cambio de departamento. Nuevos proyectos y retos, nuevos compañeros, nuevas alegrías y seguramente nuevos dolores de cabeza. Dicen que los cambios siempre son para bien, así que comienzo este con la mayor de las ilusiones :)
Porque siempre mola ir de conciertos, y más en estos tiempos que corren. Por el cansancio de piernas del día siguiente, por cantar a pleno pulmón, y por vivir aún, en este extraño mundo digitalizado, experiencias de directo que hacen temblar el pecho.
He estado un par de días enfermita, y aunque siempre es un rollo es genial que se preocupen por una. Hoy es el cumpleaños de mi madre, pero ha sido ella la primera en contactarme por la mañana para ver qué tal estaba. Ayer me hizo sopita, pescadito, y me contuvo a mi sobrina mientras dormitaba en mi antigua habitación. Que me cuide, que no coma fuerte, que no corra a ver si va a ser eso. Gracias mamá. Y muchas felicicidades.
Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga, y la he regalado este dibujo - en el que también aparece nuestra amiga Luz. Las tres nos conocimos en Satec y éramos - somos! - conocidas como el nido de víboras... aunque de víboras siempre hemos tenido más bien poco, y al final el tiempo ha demostrado que somos más de recibir mordiscos que de morder. A Luz la vemos muy poco ya - la maternidad y la distancia tienen esas cosas - pero Merce y yo seguimos intentando mantener el nido calentito. Y no puedo más que quererlas.
Una de las mejores cosas del frío es poder disfrutar de la luz y el fuego calentito de una chimenea. Suerte de tener unos suegros con medios, jejejeje. No sé qué tenemos los humanos con el fuego, puede que sea una especie de vuelta a los orígenes... pero ¿a quién no le guste quedarse embobado mirando las lucecitas rojas y amarillas y notar como el sueño va acomodándose contigo al calorcito?