Otra vez de viaje, y otra vez embobada mirando la ventana del avión, recordando con ironía como me reía en el pasado de aquella ex de mi chico que hacía fotos a las nubes. Pero es que las nubes son bonitas, y lo mejor de todo es que, si subes lo suficiente, siempre vuelves a encontrar el sol. Por muchos viajes, y por muchas nubes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario