El invierno no es lo mío: mucho frío, poco navideña... Siempre digo que soy una persona de verano, pero cuando paseo por Madrid en Julio a las tres de la tarde me arrepiento de tal afirmación. Así que, si me dan a elegir, primavera y otoño son los favoritos. Y lo que más me gusta del otoño, además de poder sacar la favorecedora ropa de entretiempo (ni enseñas michelín ni te conviertes en el muñeco de dicho nombre), son los colores. Cuando paseo por la calle o por un parque y veo caer las hojas amarillas y rojas, siempre vigilo que nadie me mire y pego unas pataditas a los montones :) Me parece que la naturaleza, que sabe que se va el buen tiempo, se tiñe de color fuego para darnos calorcito.
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